Día de las velitas una tradición hermosa!

El dogma de la Inmaculada Concepción es proclamado por el papa Pio IX en 1854 "...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de todo mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelado por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles ... " Pío IX, bula Ineffabilis Deus, el 8 de diciembre de (1854). Este dogma parte de la tesis defendida por el Beato Juan Duns Scotto que plantea: “Podía, convenía, luego lo hizo”, Dios quería preservar a la Madre de su hijo del pecado de origen, vio que convenía hacerlo, en consecuencia, lo hizo. Sin embargo, es claro que el reconocimiento como dogma se hace varios siglos más tarde, aunque la celebración como devoción popular, dado el reconocimiento que se hace de la especialidad de la Santísima Virgen María.
“Cuenta la historia que el día que el Santo Padre tomaría esta decisión, en todas partes del mundo católico se encendieron velas. Era un mar de luces y desde ese entonces se mantiene esa tradición”. Hace 151 años la tradición de la luz se inscribió así en la celebración navideña como una convicción en el corazón de que la mejor manera de rendirle homenaje a la Purísima, llena de Gracia, hecha Fidelidad era por medio del alumbrado que de hecho se convierte en reconocimiento de María Intercesora.

En Cali se celebra la noche del 7 de Diciembre. Las personas ponen velas y faroles en el borde de los andenes, espaciadas unos 20 o 30 centímetros, y se dejan allí hasta que se consumen. Otras personas cuelgan faroles en los árboles o cantan villancicos, se prende pólvora y se disfruta con alimentos tradicionales como la natilla y los buñuelos. Algunas personas conforman altares para la Virgen María. Se disfruta en familia, muchos faroles son de fabricación artesanal, algunos con figuras alusivas a la virgen y algunos personajes de la navidad.

Hace unas tres décadas se comenzó a realizar el alumbrado en los camposantos y cementerios, valdría la pena investigar en qué se fundamenta esta práctica que cada día ha ido cogiendo más fuerza. A manera de hipótesis podríamos advertir que como es una fecha de encuentro familiar y de compartir, las familias se orientan hacia el camposanto donde se encuentran inhumados sus seres queridos para sentir su presencia, su integración en ella que perdura gracias a la memoria que de ellos queda.

Además es muy probable que se una lo anterior con el reconocimiento que se hace de la Purísima, como intercesora, abogada, ya que este es un momento especial que nos permite reconocerla como nuestra madre y agradecerle por interceder ante el Padre por quienes ya han partido y por quienes aún continuamos en esta vida en la que requerimos de su protección.

Jorge Tulio Cardona Pbro.

Cordinador del Programa UNAME