Lo que interrumpe y despierta

Lo que irrumpe “Covid-19”, quien representa un no saber, un desconocimiento absoluto y una amenaza contra la salud y la cotidianidad, que se convierte para la mayoría en un escenario virtualmente, angustiante, de incertidumbre … lo cual al pasar los meses se agudiza y desencadena nuevos hechos psíquicos, físicos y emocionales.

Con el pasar del tiempo nos percatamos de que no se trataba de “cuestión de meses” para retornar a un estado anterior, aquello llamado “normalidad”, si bien todos deliramos con ese regreso, la realidad nos indica otro modo de proceder. ¿se trata de una nueva normalidad?, hare énfasis en la palabra normalidad que hace referencia a una cualidad, ajustarse, no exceder la norma, alienarse a los mandatos de otro.

Lo cual, indica que ajustarse será un acto que va por fuera de la voluntad y el deseo del sujeto, que conllevará a hacer movimientos en su vida, pensamientos, cotidianidad que no serán propios de la forma en como ha constituido su vida, es decir, que el COVID no sólo ha trasladado nuestras vidas a cambio de dinámicas presenciales a las virtuales, sino que también nos ha ordenado a producir nuevos modos de lazo social, que en cada sujeto evocara y se conducirá de modos distintos, donde en medio de tanta normatividad igualitaria, sería un acto de rescate a si mismo conducirse de modos distintos pero responsables al cuidado de sí mismo, del otro, pero sobre todo no soltando ese lazo que nos une al otro, que nos permite ser empáticos, solidarios, humanos…

Karen Lizeth Cortés Garzón.

Especialista en psicología clínica con orientación psicoanalítica.

UNAME, UNIDAD DE APOYO EMOCIONAL Y ESPIRITUAL.